Lejos del mar, nos ahogamos en sal.
Vámonos de aquí, vámonos de aquí...
Llenando de sangre esta ruta de cristal.
Destruyendo calles inmortales
El cielo es del aire y del sol
La montaña llora porque nadie la escala
Y el alma creyéndose libre va.
¿Dónde me llevas de viaje esta vez?
Todos están acá, nadie va hacia esa luz.
Albatros de primavera en huída cruel.
¿Dónde están los pasos que llevan a tu cruz?
Vámonos de aquí, vámonos de aquí
Es nuestro el diamante del mundo
Y el abrazo en la vena que por la tierra clama
Porque uno hace de sí aquello que ama.
*La frase es de Luis Alberto Spinetta.